Las fallas participan en el gran día de la patrona de València
Ya desde las 7 de la mañana, los más devotos se aseguraban los mejores puestos
Como cada segundo domingo de mayo, la Plaza de la Virgen estaba a repleta de fieles entusiasmados por asistir a la Misa de Infantes de la Mare de Déu, presidida por el arzobispo Antonio Cañizares.
Ya desde las 7 de la mañana, los más devotos se aseguraban los mejores puestos. Los que no llegaron a tiempo, llenaron los huecos con sus propias sillas y taburetes.
La Fallera Mayor Infantil, Daniela Gómez, y su Corte de Honor protagonizaron el oficio dirigido a los niños valencianos. Además, fueron acompañadas por la Coral Juan Bautista Comes, dirigida por Cristina Contreras y la Orquesta del Conservatorio José Iturbi de Valencia, dirigida por Vicente Chuliá y con la presencia de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados.
A la misa también asistió la Fallera Mayor, Rocío Gil, aunque se mantuvo en una segundo plano para que su compañera infantil tuviera unas palabras en representación de todos los infantes de València y realizara una ofrenda floral a la Virgen.
A las 10:30 horas comenzó el traslado que, desde Basílica, rodeó la plaza de la Virgen, continuó por calle de Micalet y acabó en plaza de la Reina, entrando a la Sede por la puerta de los hierros. Centenares de devotos acompañaron a la Mare de Déu que fue la figura estelar del traslado y que recibió los pétalos de rosas que, desde la Casa Vestuario, le regalaba la Fallera Mayor Infantil y su Corte de Honor. Con ellas también estaban el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, y la Fallera Mayor.
Y entoces arribó el momento más esperado: la procesión general.
El cortejo procesional, como en años anteriores, fue abierto por los Presidentes y Falleras Mayores, tanto infantiles como adultas, de las casi 400 fallas de la ciudad. Tras ellos venían las Falleras Mayores de València y sus Cortes de Honor, así como los representantes de la Junta Central Fallera. Continuaba la comitiva representantes de asociaciones y cofradías, para ser cerrada por la más importante, la más esperada. La Mare de Deú dels Desemperats, que en calidad de Alcadesa Perpetua, fue cargada por los concejales de Ayuntamiento.
La procesión que tenía como recorrido la Plaza de la Virgen, calle Caballeros, la plaza del Tossal, calle de la Bolseria, Mercado Central, la calle Maria Cristina, calle San Vicente, plaza de la Reina, la calle del Mar, calle de las Avellanas, las calles Palau y Almoina para culminar en la Basílica, recibió los vítores y aplausos de valencianos emocionados al ver a su patrona desfilar un año más bajo la lluvia de pétalos de flores antes de entrar, siempre de frente a sus fieles por las puertas de la Basílica, arropada por el cariño y la devoción de toda la ciudad.
